Por último voy a tratar el tema de temas. La novela políticamente correcta. Cómo es eso de una telenovela necesaria o telenovela socialista? Con que se come eso? De que se trata? Podríamos estar años luz dilucidando qué es. Desde mi visión de las cosas es más fácil saber qué cosa NO es una telenovela necesaria, y descartando eso y en pro de respetar y promover la libre creación, todo lo que quede será precisamente una Telenovela Necesaria

Una novela necesita ideologizar al público? Si! Punto! Así como llevamos años siendo ideologizados por culturas extranjeras con intereses económicos-individualistas de por medio, así tenemos nosotros el derecho a ideologizar para lograr  aceptación de nuestra visión del mundo como hicieron ellos, y lograr un mundo más plural, más igual, menos cruel, más humano y solidario, con menos apego al lucro. En fin todo eso que hoy parece retórica pero no es!

Los gringos son muy buenos a la hora de ideologizarte sin que te des cuenta. Yo siempre reflexiono sobre el entretenimiento audiovisual norte-americano que jamás menciona el capitalismo pero te lo inculcan  (por no decir otra cosa) hasta más no poder. Los gringos  en el cine y la televisión son muy críticos con su propio sistema, cuántas películas no ha visto uno donde el buen policía intenta acabar con el jefe de la CIA  que vende armas a países en África? O el impelable tema del científico que descubre la cura de una gran enfermedad pero el dueño del laboratorio expande una epidemia para poder vender el antídoto y hacerse rico? El tema aquí es la hipocresía, porque son estos mismos productores y directores la «base» de ese sistema.

Amores de Barrio Adentro es un buen ejemplo de lo que no se debe hacer a la hora de llevar tu mensaje, aunque entiendo el contexto en la cual fue producida y fue una serie que apoyé durante mi estadía en el CONAC hoy entiendo que hemos podido enviar el mismo mensaje con otros códigos. En cine pasó algo parecido con 2 películas producidas por mí, una de ellas una película política o politizada: Comando X que aunque divertida no tuvo mayor aceptación por parte del público venezolano, una película localista, temporal y no una historia universal. Que cumplió sus objetivos, pero no fue más allá y hasta causó estupor y rechazo por buena parte del público. Y la otra La Clase una historia de amor, pero que en el fondo y muy al estilo gringo te estaba marcando el camino «correcto» y dejando un mensaje social MUY claro, una historia universal, atemporal, una película cuyo meta-mensaje llegó mucho más que en el ejemplo anterior sin necesidad de boinas rojas en el camino.

Así han de ser nuestras telenovelas! En principio el género no puede escapar de los 7 pecados capitales, eso siempre debe estar en una buena y exitosa telenovela, pero el tema es cómo lo presentas, ejemplo: Un mensajero que para lograr la mirada de la hija del dueño de la empresa debe ganarse la lotería. No! Seguramente nuestro protagonista logrará cautivar el amor de su vida, pero no a través del Kino. Este personaje conseguirá la felicidad a través del trabajo y el esfuerzo propio como valor fundamental, pero sin caer en exageraciones al mejor estilo de Jean Valjean, No! Tal vez en ésta novela también exista la venganza como acción de reciprocidad humana, veremos la búsqueda del poder para conseguir esa venganza, pero no veremos el «valor» del dinero como mecanismo para ello. Tal vez a este pana lo asciendan, no a presidente del canal de televisión donde trabaja, pero tal vez le den la oportunidad de hacer de camarógrafo en el programa que conduce la hija del dueño, lo cual le dará la oportunidad de estar más cerca de su gran amor y a la vez propinar una dulce venganza al Director del espacio quien también reclama el amor de la muchacha y ha impedido por mucho tiempo el contacto entre los protagonistas.

Los contextos son igualmente importantes en esta nueva visión, ¿Por qué hacer una novela de modelos si podemos hacer una de petróleo? No es que ser modelo sea malo, todo lo contrario, es una forma honrada de ganarse la vida, pero en Venezuela sabemos más del modelaje en Europa que de la franja petrolífera del Orinoco, o de la huelga petrolera del 36. ¿Por qué hacer una novela sobre narcotraficantes si podemos hacer una sobre la propiedad de la tierra? Sabemos más de los Capos colombianos que sobre la matanza de campesinos por la tenencia de la tierra. ¿Por que no hacer una sobre el tema de las minas de oro al sur del país? ¿O una que hable sobre el burocratismo del estado? ¿O sobre nuestro aún deficiente sistema de justicia?

En fin, ahora es que quedan cosas por hacer. Sin ser pacatos hagamos entretenimiento sano. Sin ser panfletarios llevemos nuestro mensaje, no solo a nuestra gente, al mundo entero (más de 100 novelas al año produce Latinoamérica, y son vistas por más de 1.000.000.000 de personas alrededor del mundo) tenemos derecho!

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